La declaración de bancarrota del Capítulo 13 o quiebra en virtud del Capítulo 13 es un artilugio legal que establece planes de pago para aquellos deudores en los Estados Unidos de América que hayan caído en alguna situación financiera precaria que les impida saldar sus diversas deudas pendientes.
La declaración, anteriormente descrita, lleva este nombre gracias a que es regulada por el capítulo 13 del Código de Bancarrota de los Estados Unidos de América.

La declaración de bancarrota del Capítulo 13 es un artilugio legal que establece planes de pago para aquellos deudores que hayan caído en alguna situación que les impida saldar sus deudas pendientes.
Los esquemas de pago establecidos pueden llegar a garantizar plazos al acreditado que suelen ir desde los tres hasta los cinco años posteriores al momento en que la resolución es expedida por la Corte de Bancarrota del área correspondiente. La duración de este periodo de tolerancia depende directamente de los ingresos mensuales del deudor.
Criterios de elegibilidad
Para poder solicitar este mecanismo legal, es necesario que el interesado tenga ingresos superiores a los permitidos por los lineamientos establecidos en la declaración de Bancarrota del Capítulo 7.
Del mismo modo, las deudas de la persona acreditada deberán estar respaldadas por algún bien o inmueble. Otro criterio indispensable es que la deuda del acreditado no sea en su mayoría de índole comercial.
Procedimientos preliminares
Declararse en bancarrota no siempre es lo más adecuado para un deudor, pues este es un proceso serio y formal que se efectúa ante la autoridad financiera correspondiente. Lo recomendable, antes de tomar cualquier decisión, es consultar a un abogado de confianza y asesorarse al respecto.
En general, declararse en quiebra se justifica cuando:
- Las deudas en cuestión pueden ser reestructuradas.
- Este proceso significa el fin del embargo del salario y del acoso las agencias de cobranza.
- Hay riesgos de perder hipotecas o ser embargado en alguna propiedad.
Así mismo, declararse en quiebra no es conveniente porque:
- Afecta la calificación crediticia de 7 a 10 años.
- A partir de este evento, conseguir un crédito en situaciones futuras será más costoso y difícil.
- Este proceso suele causar diferencias en la relación existente entre acreedores y cosignatarios.
Requisitos adicionales para solicitar la declaración de Bancarrota del Capítulo 13
Para poder realizar una declaración de Bancarrota de este tipo, se debe tomar en cuenta algunos requisitos que se tienen que cumplir:
- El monto total de la deuda no asegurada debe ser menor de $419,275
- Las deudas aseguradas deben tener un monto máximo de $1,257,850
- Debe ser residente de al menos 2 años del estado en el que desee presentar la demanda.
- Es necesario tomar una sesión de asesoría con un consejero que sea certificado y esté aprobado por el tribunal.
Si en caso de haber presentado una quiebra en los 180 días anteriores a la nueva declaración, esta se desestima debido a las siguientes razones:
- No haber cumplido una orden judicial.
- Se ha solicitado el sobreseimiento.
- Contar con las declaraciones de impuestos de los 4 años anteriores.
- Las deudas garantizadas deben ser por un bien.
- El acreedor debe tener un ingreso superior al que se requiere en la declaración del capítulo 7.
Además, es necesario tomar en cuenta que estará obligado a cumplir algunas obligaciones:
- Enviar la documentación requerida a la corte de Bancarrota
- Pagar la tarifa de $310, que puede ser diferida.
- Hacer los pagos de acuerdo al plan.
- Asistir a clases de manejo de finanzas.
Deudas no exentas de pago
Es importante tener en cuenta que la declaración de Bancarrota del Capítulo 13 no cancela algunos tipos de deuda. Algunos ejemplos que podemos encontrar son:
- Los pagos de manutención por impagos.
- Pensiones alimenticias que no han sido pagadas.
- Multas no pagadas.
- Préstamos estudiantiles.
- Impuestos estatales y federales que han quedado sin pago.
- Órdenes de restitución no penal.
- Deudas por malversación, robo o fraude.
- Daños causados a terceros por conducir en estado de ebriedad o por una conducta realizada a propósito.
- Todas las deudas derivadas de una liquidación de bienes en un divorcio.
- Deudas a largo plazo, como las hipotecarias.
- Otros tipos de deuda.
Bienes conservables
Una de las principales ventajas de la declaración del Capítulo 13 es que no hay un límite en cuanto a los bienes que se pueden conservar. Aunque es probable que todos aquellos bienes que no se hayan terminado de pagar tengan que ser devueltos.
Como referencia, se puede decir que el acreedor no puede recibir menos de lo que hubiera recibido en el capítulo 7.
Caso de la deuda hipotecaria
En los casos en los que el acreedor cuente con una deuda hipotecaria, es de suma importancia que este presente la declaración antes de que el banco ponga en remate la propiedad. De esta manera, la deuda quedaría protegida.
Mientras dure el caso de Bancarrota del Capítulo 13, la suspensión automática de pagos cancela el cobro de la deuda hipotecaria. Cabe aclarar que la deuda se sigue manteniendo y que el acreedor deberá ponerse al día con los pagos atrasados una vez que haya concluido el caso correspondiente.
Diferencia entre la Declaración del Capítulo 13 y 7
Tanto la bancarrota del capítulo 13 como la del 7 se conocen como bancarrota personal, es decir, pueden usarse exclusivamente por personas. Los negocios quedan fuera de estas modalidades.
La diferencia entre la Declaración del Capítulo 13 y la Declaración del Capítulo 7 reside en la forma en la que se pagarán los bienes. En el capítulo 7, el acreedor es obligado a vender todos sus bienes para poder saldar sus deudas y no existe un plan de pagos mensual. La deuda queda pagada con lo que se generó de la venta de dichos bienes y el resto queda condonada.
Por otro lado, la Bancarrota por capítulo 13 no obliga al deudor a vender sus bienes. Sin embargo, exige armar un plan de pagos con los acreedores de forma mensual. La Bancarrota por este capítulo se recomienda para todas aquellas personas que tengan un ingreso mayor a la media del estado en el que se encuentren.
Declararse en bancarrota no debe tomarse a la ligera. Es recomendable que para poder presentarla se deba tener la asesoría de un profesional, tanto para determinar si la declaración resultará favorable o no, como para poder armar el plan de pagos que se deberá llevar a cabo.