La custodia exclusiva es una de las formas de custodia que existen en Estados Unidos en caso de que una pareja decida poner fin a su relación.

La custodia exclusiva supone que solo uno de los padres tendrá derechos sobre los hijos.
La custodia de los hijos
Tras una separación o un divorcio con hijos, en los tribunales se decidirá la custodia de los menores en base a los mejores intereses de los niños.
Así, existen dos tipos de custodias infantiles:
- Custodia conjunta, ejercida por ambos progenitores.
- Custodia exclusiva, ejercida solo por uno de los padres.
Antes de explicar en qué consiste la custodia exclusiva, es importante tener en cuenta que la custodia de los hijos se puede entender en dos sentidos:
- Legal: se refiere al derecho de tomar decisiones importantes para los menores.
- Física: implica la decisión de con quién vivirán los niños en común del matrimonio.
¿En qué consiste la custodia exclusiva?
La custodia exclusiva supone que únicamente un progenitor tendrá la autoridad legal para decidir sobre los asuntos importantes relacionados con la crianza del menor y tendrá derecho a convivir con él. Es decir, poseerá en exclusiva la custodia física y legal del menor.
En EE.UU los casos en los que se determina la custodia exclusiva son poco frecuentes.
Por norma general, este tipo de custodia se suele utilizar para supuestos en los que uno de los progenitores presenta una conducta inapropiada o no es capaz de responsabilizarse del menor.
Por ejemplo, por una adicción a las drogas o por existir evidencias de abusos sobre el menor.
Derechos del padre sin custodia
Cuando la custodia exclusiva sea establecida tras el divorcio, el otro progenitor del menor (denominado padre “sin custodia”) no tiene derecho a la custodia física ni legal del menor.
Sin embargo, este progenitor tendrá derecho a un régimen de visitas con su hijo (aunque, en situaciones de violencia o abuso, es probable que esas visitas sean supervisadas).