La insolvencia se refiere a la incapacidad de una persona u organización para cumplir con sus responsabilidades financieras y pagar sus deudas en el momento debido.
Cuando una persona o empresa está en una situación de insolvencia, significa que sus deudas superan el valor de sus activos y recursos. La insolvencia puede ser de corta duración o permanente y puede originarse por diversas causas, como mala administración financiera, reducción de ingresos, excesivo endeudamiento, cambios en el mercado, entre otras razones.
Recurso para empresas en situación de insolvencia
En México, la posibilidad de que una persona física declare insolvencia no existe, ya que esta figura legal se reserva únicamente para las personas morales o empresas.
Sin embargo, declararse insolventes es visto como un último recurso, ya que esta acción representa una medida extrema que conlleva la pérdida del control sobre su gestión.
En esta situación, un administrador temporal designado por un juez asumirá la responsabilidad de negociar con los acreedores y liquidar las deudas utilizando los activos de la empresa.
Proceso judicial
En algunas legislaciones se hace distinción entre los conceptos de insolvencia y quiebra. Sin embargo, en México la Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos no hace distinción. En esta Ley se explica que el procedimiento judicial de la insolvencia para las empresas es el siguiente:
- Cuando los comerciantes adquieren deudas en el desarrollo de su actividad, están obligados a pagarlas según los términos acordados. Si un comerciante no cumple con sus responsabilidades de pago, los acreedores pueden iniciar un proceso legal para exigir el cumplimiento de la deuda.
- Si el comerciante muestra un patrón de incumplimiento en el pago de sus deudas, los acreedores tienen la opción de solicitar al juez que se le declare en quiebra. También es factible que el propio deudor realice dicha solicitud.
- La quiebra conlleva a que el deudor pierda el control sobre la administración de sus bienes, que pasa a manos de un síndico. El propósito de la quiebra es utilizar los activos del deudor para pagar a los acreedores, total o parcialmente.
- Con el propósito de supervisar las acciones del síndico y la administración de la quiebra, el juez puede designar hasta cinco interventores, quienes serán seleccionados entre los acreedores y trabajarán en conjunto.
- Los acreedores deben presentar sus créditos ante el juez, quien procederá a reconocerlos después de llevarse a cabo una junta de acreedores.
- El deudor tiene la opción de evitar la declaración de quiebra, solicitando la suspensión de pagos. Esta posibilidad también puede ser ejercida antes de que los acreedores inicien un proceso de quiebra, siempre y cuando el deudor haya dejado de cumplir con sus obligaciones de pago.
- La suspensión de pagos impide la subasta de los bienes del deudor y le permite negociar con sus deudores según una propuesta presentada por él mismo, conservando el control y la administración de su empresa.
Como se ha mencionado, la opción de declararse insolvente no es aplicable a una persona con deudas comunes. El acto de declararse insolvente podría resultar más costoso que la propia deuda. Por eso las personas físicas buscan negociar la reestructuración de sus deudas en lugar de optar por la insolvencia.
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