El concepto de "compliance" en el ámbito jurídico se relaciona con el cumplimiento de las normas y requisitos legales dentro de una entidad. Constituye un conjunto de estrategias y directrices implementadas por una organización con el propósito de garantizar que sus operaciones y actividades se desenvuelven conforme a las leyes, regulaciones y directrices pertinentes.
Este enfoque abarca tanto las regulaciones vinculantes, como las leyes, reglamentos y normas establecidas por el Estado u organismos públicos a través de sus procesos o autoridades legislativos, así como las normativas más flexibles, incluyendo aquellas emitidas por entidades privadas en relación con aspectos de mercado, industria o comercio.
Elementos del compliance
El propósito fundamental del compliance es prevenir el incumplimiento de leyes, sanciones y posibles riesgos para la entidad, al mismo tiempo que fomenta valores de ética empresarial y responsabilidad social.
Algunos componentes esenciales del compliance para las empresas abarcan:
- Reconocimiento de regulaciones aplicables: deben identificarse las legislaciones y directrices pertinentes que afectan sus operaciones, incluyendo regulaciones a nivel local, nacional e internacional que abarquen áreas como seguridad laboral, conservación del entorno, privacidad de datos, prevención de lavado de dinero, equidad competitiva, entre otras.
- Formulación de políticas y procedimientos: deben desarrollarse políticas y protocolos internos que reflejen los requisitos legales y regulaciones identificadas. Estas políticas necesitan ser comprensibles, transparentes y comunicadas eficientemente tanto a los empleados como a las partes interesadas.
- Instrucción y sensibilización: informar a los empleados y a los líderes sobre las políticas y protocolos del cumplimiento normativo, así como subrayar la relevancia de acatar las leyes y regulaciones correspondientes.
- Supervisión y control: deben establecerse sistemas para vigilar y evaluar la implementación de las políticas de cumplimiento. Esto puede involucrar auditorías internas, revisiones regulares y canales internos para informar incidentes.
- Transparencia y divulgación: deben actuar con transparencia en sus acciones y proporcionar informes exactos en relación con su acatamiento de normativas. Ello puede incluir la divulgación de información a las autoridades competentes y al público en general.
- Gestión de riesgos: deben identificar y manejar los riesgos ligados a la posible infracción de normativas. Esto implica evaluar cómo las decisiones y las operaciones empresariales pueden influir en el cumplimiento, y tomar medidas para reducir esos riesgos.
- Correctivos y penalizaciones: si se descubren infracciones, deben implementar medidas correctivas apropiadas, que podrían involucrar sanciones internas, ajustes en políticas o procedimientos, o incluso notificación a las autoridades competentes en situaciones serias.
Compliance en México
El compliance se manifiesta a través de un conjunto de leyes y regulaciones que fomentan la transparencia y la integridad en las actividades empresariales. Por ejemplo, entre las disposiciones legislativas relevantes se encuentra la Ley General de Sociedades Mercantiles, que establece las pautas para la formación y gestión de empresas, abordando asimismo la responsabilidad de los directores.
Otro ejemplo es la Ley de Protección de Datos Personales, la cual regula la manipulación de información de clientes, empleados y proveedores.
También están la Ley Antilavado, Ley de Transparencia, Ley de Competencia Económica, Código de Procedimientos Penales, la Ley del Trabajo, entre muchas otras leyes locales y federales que conjuntan el compliance en México.
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