Sociedad Anónima

La Sociedad Anónima, o también conocida como empresa anónima o por sus siglas S.A., es un tipo de Sociedad Mercantil Capitalista nacida para las grandes acumulaciones de capital.

Sociedad anónima

La Sociedad Anónima (S.A), es un tipo de Sociedad Mercantil Capitalista nacida para las grandes acumulaciones de capital.

¿Cómo se define una Sociedad Anónima?

En palabras del Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, una Sociedad Anónima se define como sociedad mercantil de capital, en la que éste se divide en partes alícuotas denominadas acciones y en la que los socios no responden personalmente de las deudas sociales. 

¿Cuál es el objetivo de una Sociedad Anónima?

El objetivo principal de dicha sociedad será, generalmente, reunir dinero procedente de numerosos inversores para acometer grandes proyectos, que de otra manera no se podrían realizar.

Para cumplimentar esta misión, se divide el capital en acciones, que se reparten entre los socios inversores a raíz de la cantidad de dinero aportada por cada uno. De esta manera, cuantas más acciones tenga un socio, mayor será su peso en la compañía.

Destacar que el régimen jurídico de estas sociedades es sumamente complejo, por lo que no se adapta a pequeñas empresas, debido a las características que justamente vamos a ver a continuación.

¿Cuál es el capital social de una Sociedad Anónima?

El capital social de una compañía anónima se encuentra conformado por la suma del total de las aportaciones realizadas a la sociedad.

Explicado de una manera más sencilla, el capital social se encuentra compuesto por las cantidades aportadas por todos los socios.

¿Cuál es la denominación social?

Haciendo referencia al nombre o razón social con la que se encuentra inscrita la sociedad, esta debe constar de un término que no estuviera registrado con anterioridad. Asimismo, debe ir acompañado de las siglas S.A.

¿Cuál es la responsabilidad de los socios?

La responsabilidad asumida por cada uno de los socios será proporcional al capital aportado por éstos.

¿Cuáles son las aportaciones de los socios?

Con carácter general, las aportaciones realizadas por los socios tienen el carácter de dinerarias. Es decir, estos aportan dinero al capital social de la empresa.

Sin embargo, las aportaciones de estos también pueden ser no dinerarias, como es el caso de un inmueble. Pues bien, las sociedades anónimas tienen un régimen muy estricto en este aspecto.

¿Cómo se constituye una Sociedad Anónima?

Una de las grandes problemáticas que tiene la Sociedad Anónima está relacionada con su creación. Con carácter general, estas se conforman con el otorgamiento de escritura pública que se inscribe, posteriormente, en el Registro Mercantil.

Además, se requieren una serie de trámites adicionales, como una certificación donde se demuestre que el nombre de la sociedad no se encuentra escogido o el desembolso del capital.

Requisitos necesarios para constituir una Sociedad Anónima:

  • La escritura y los estatutos deben cumplir con los requisitos establecidos por ley. Básicamente, se exige que estos contengan un contenido específico.
  • Se prohíbe la entrega y transmisión de las acciones en un momento previo a la inscripción en el Registro Mercantil.
  • Una vez otorgada la escritura pública, los socios tienen un plazo de tan solo dos meses para llevar a cabo la inscripción en el Registro.

¿Qué elementos componen una Sociedad Anónima?

Una Sociedad Anónima, generalmente se compone de los siguientes elementos:

  1. Junta General, que da voz a todos y cada uno de los socios.
  2. Órgano de Administración, formado por uno, dos o un Consejo de Administradores.

Ventajas e inconvenientes de una Sociedad Anónima

Ventajas:

  • La responsabilidad frente a los acreedores es limitada, lo que pone a salvo su patrimonio personal en caso de quiebra.
  • La transmisión de las acciones es libre, lo que facilita la incorporación de un amplio número de inversores.
  • La Empresa Anónima da una imagen de ser un negocio serio y solvente, lo que facilita la entrada de nuevo capital.

Inconvenientes:

  1. El capital social mínimo exigido es realmente elevado, lo que la hace inaccesible para la mayoría de emprendedores.
  2. La gestión administrativa está llena de trabas y regímenes jurídicos complejos pensado para grandes empresas y no para el resto.