La curatela es una figura legal que tiene como propósito proteger y asistir a personas que, debido a una incapacidad física o mental, no pueden ejercer plenamente sus derechos y necesitan representación legal.
En el marco legal argentino, esta institución se encuentra regulada en el Código Civil y Comercial, y se aplica a personas que sufren una restricción de su capacidad jurídica.
La curatela se rige por las reglas de la tutela no modificadas en esta Sección.
La principal función del curador es la de cuidar a la persona y los bienes de la persona incapaz, y tratar de que recupere su salud. Las rentas de los bienes de la persona protegida deben ser destinadas preferentemente a ese fin.
Fundamentos de la curatela
La curatela es una medida de protección y asistencia que se establece para salvaguardar los intereses de aquellas personas que, por razones de salud o discapacidad, no pueden ejercer por sí mismas todos sus derechos.
El objetivo de la curatela es brindarles el apoyo necesario para que puedan tomar decisiones y actuar en su vida cotidiana y en cuestiones legales.
Esta figura se fundamenta en el principio de igualdad y dignidad humana, ya que busca garantizar que todas las personas, independientemente de sus capacidades, tengan sus derechos respetados y protegidos. A través de la curatela, se pretende evitar la vulneración de los derechos de quienes no pueden valerse por sí mismos y asegurar que sus intereses sean representados de manera adecuada.
Procedimiento de curatela
En el marco legal argentino, el proceso de curatela se inicia a través de un procedimiento judicial en el cual se evalúa la capacidad de la persona y se determina si es necesario designar un curador para que actúe en su representación. Algunas situaciones en las que se puede aplicar la curatela incluyen:
- Incapacidad mental: cuando una persona presenta una enfermedad o trastorno mental que le impide tomar decisiones de manera razonable.
- Discapacidad intelectual: en casos de personas que tienen limitaciones cognitivas que les impiden comprender plenamente sus derechos y obligaciones.
- Enfermedades graves o terminales: si una persona se encuentra en una situación de salud delicada que afecta su capacidad de decidir por sí misma.
El procedimiento de curatela es respetuoso de los derechos de la persona interesada, y se busca siempre que se mantenga su autonomía en la medida de lo posible. Para ello, se evalúa en detalle su capacidad y se busca establecer medidas de apoyo y asistencia que le permitan tomar decisiones dentro de sus posibilidades.
Alcance de la curatela
En cuanto al alcance de la curatela, este puede ser total o parcial, dependiendo de la capacidad específica de la persona.
Si la persona tiene una capacidad restringida solo en ciertos aspectos de su vida, como por ejemplo en el manejo de sus bienes, se puede establecer una curatela parcial que se focalice en esos ámbitos. Por otro lado, si la incapacidad es más amplia, se puede designar un curador con poderes más extensos.
Es importante destacar que la curatela no es una medida definitiva y puede ser revisada periódicamente para evaluar si existen cambios en la capacidad de la persona que justifiquen su modificación o cese.