No existe un límite de edad específico para reclamar la paternidad. La posibilidad de reclamar puede ejercerse en cualquier momento, independientemente de la edad del hijo. Esto se debe a que el reconocimiento de la paternidad es un derecho fundamental y no está sujeto a un plazo de prescripción.
Tanto el presunto padre como el hijo tienen el derecho de iniciar un proceso legal para establecer la filiación en cualquier momento, incluso en la edad adulta. Este proceso generalmente implica la realización de pruebas de ADN para confirmar la relación biológica. La legislación argentina enfatiza la importancia de proteger los derechos de los hijos y garantizar su identidad, por lo que se permite la búsqueda de la paternidad en cualquier etapa de la vida.