El principio de subsidiariedad es un concepto fundamental en el ámbito del gobierno y la toma de decisiones, especialmente en el contexto de la Unión Europea (UE). Este principio establece que las acciones y decisiones deben llevarse a cabo al nivel más cercano posible al individuo o la comunidad afectada, siempre que sea efectivo y eficiente.
Asimismo, está consagrado en el Tratado de la Unión Europea. Según este principio, la UE solo debe tomar medidas cuando los objetivos que se persiguen no puedan lograrse de manera suficiente por los Estados miembros, ya sea a nivel nacional o regional. Se centra en asuntos que trascienden las capacidades individuales de los Estados miembros y requieren una acción conjunta.
¿Cómo se aplica el principio de subsidiariedad?
El principio busca asegurar que las decisiones se tomen a nivel local o nacional siempre que sea posible, y solo se asuma una autoridad supranacional cuando sea necesario. Además, se aplica en diferentes ámbitos, tanto a nivel nacional como internacional:
Toma de decisiones políticas
Implica que las decisiones políticas deben ser tomadas en el nivel más cercano posible a los ciudadanos afectados. Esto significa que los asuntos locales y regionales deben ser gestionados por las autoridades correspondientes, mientras que los asuntos de alcance nacional o supranacional pueden ser tratados por los gobiernos nacionales o entidades internacionales.
Al tomar decisiones a nivel local, se tiene en cuenta el conocimiento y las necesidades específicas de la comunidad, lo que puede llevar a soluciones más adecuadas y efectivas. Evitando, por supuesto, la centralización excesiva del poder en una única autoridad, permitiendo que las decisiones sean más cercanas y accesibles para los ciudadanos.
Descentralización administrativa
Esto significa que se otorga mayor autonomía y responsabilidad a las autoridades locales y regionales para tomar decisiones y gestionar los asuntos que les competen.
La descentralización administrativa permite que los organismos estén más cerca de los ciudadanos y puedan responder de manera más eficiente a sus necesidades. Al contar con un mayor grado de autonomía, estas autoridades pueden adaptar las políticas y los servicios a las características y demandas específicas de su territorio.
Además, se promueve la participación ciudadana, ya que involucra a la comunidad en la toma de decisiones locales. Esto fortalece la democracia al permitir que los ciudadanos tengan un papel activo en la configuración de las políticas públicas que les afectan directamente.
Distribución de competencias
El principio de subsidiariedad también se aplica en la distribución de competencias entre diferentes niveles de gobierno. Se busca que cada nivel de gobierno tenga la autoridad y la capacidad de tomar decisiones en las áreas que le corresponden, evitando la duplicación de esfuerzos y garantizando la eficacia en la administración de los asuntos públicos.
La distribución de competencias claras y bien definidas permite que cada nivel de gobierno se enfoque en las áreas en las que tiene una ventaja comparativa y una mayor proximidad a los ciudadanos. Por ejemplo, asuntos como:
- La educación.
- La sanidad.
- El transporte.
- Energía
Pueden ser gestionados de manera más efectiva a nivel local, mientras que temas como la defensa nacional o las relaciones exteriores son responsabilidad del gobierno central. Al establecer una distribución adecuada de competencias, se promueve la eficiencia y la eficacia en la gestión de los recursos públicos, evitando duplicidades y asegurando que las decisiones se tomen en el nivel más apropiado.
Cooperación internacional
A nivel internacional, se aplica en la cooperación entre países y organizaciones internacionales. Se busca que los problemas y desafíos globales se aborden a través de la colaboración entre distintos actores, respetando la autonomía de cada país y evitando la intervención excesiva de entidades supranacionales, a menos que sea necesario.
La cooperación internacional basada en este principio reconoce la importancia de la diversidad y la autonomía de los estados. Busca evitar la imposición de decisiones por parte de actores internacionales y promover la participación activa de cada país en la búsqueda de soluciones comunes.
Artículos correspondientes
El principio de subsidiariedad está consagrado en el Tratado de la Unión Europea, específicamente en los artículos 5 y 7 del TUE. Las correspondientes son:
Artículo 5 del TUE
- El principio de subsidiariedad se basa en la premisa de que la Unión Europea debe intervenir únicamente en aquellos ámbitos donde los Estados miembros, ya sea a nivel central, regional o local, no sean capaces de lograr de manera suficiente los objetivos de una acción determinada. En este sentido, la intervención de la Unión se justificará únicamente cuando se considere que la consecución de esos objetivos puedan lograrse de manera más efectiva a nivel supranacional, es decir, a nivel de la Unión.
- La Unión aplicará el principio de subsidiariedad de conformidad con el procedimiento establecido en el artículo 7.
Artículo 7 del TUE
- De conformidad con el principio de subsidiariedad, en los ámbitos que no sean de su competencia exclusiva, la Unión intervendrá sólo en caso de que, y en la medida en que los objetivos de la acción pretendida no puedan ser alcanzados de manera suficiente por los Estados miembros, ya sea a nivel central o a nivel regional y local, pero que puedan lograrse mejor a nivel de la Unión, debido a las dimensiones o efectos de la acción pretendida.
- La autoridad y la responsabilidad para adoptar medidas de acuerdo con el presente artículo corresponderá al Parlamento Europeo y al Consejo, actuando de conformidad con el procedimiento legislativo ordinario y previa consulta al Comité de las Regiones.
- La Comisión, en sus propuestas legislativas y en el informe que acompaña a las mismas, explicará el motivo por el que se considera que los objetivos de la propuesta no pueden ser alcanzados de manera suficiente por los Estados miembros y pueden lograrse mejor a nivel de la Unión. Además, en sus propuestas legislativas y en el informe que las acompañe, la Comisión consultará a las partes interesadas en las distintas regiones de la Unión.
Estos artículos establecen la base jurídica para la aplicación del principio de subsidiariedad en la toma de decisiones y la distribución de competencias entre la Unión Europea y los Estados miembros.