Principio de imputación objetiva

​​El principio de imputación objetiva es un concepto jurídico empleado para determinar la responsabilidad penal en un delito. Señala que una persona solo puede ser considerada culpable y, por lo tanto, responsable penalmente, si su conducta objetivamente causa un resultado delictivo. Así mismo, si tal resultado se puede atribuir de manera objetiva a su acción u omisión.

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¿Qué es el principio de imputación objetiva en derecho penal?

Este principio parte de la idea de que la responsabilidad penal no debe basarse únicamente en la relación causal entre la conducta del autor y el resultado. También debe tomarse en cuenta si esa relación es objetivamente imputable al autor.

El principio de imputación objetiva ha sido construido gradualmente por la jurisprudencia y la doctrina jurídica en España. Los tribunales han establecido criterios y requisitos para determinar la responsabilidad penal, basados en la imputación objetiva en casos concretos.

El propósito del principio de imputación objetiva

El propósito del principio de imputación objetiva se basa en garantizar que solo se impute penalmente a aquellas personas que sean verdaderamente responsables de un hecho delictivo. Lo que se busca es evitar la atribución de responsabilidad de manera injusta o desproporcionada.

Se basa en la premisa de que no todas las consecuencias previsibles de una acción deben ser atribuidas penalmente al autor. 

Un ejemplo que ilustra el principio de imputación objetiva es el caso de un conductor que atropella a un peatón en una intersección mientras el semáforo está en verde para él.

En circunstancias normales, el conductor no sería considerado responsable penalmente por el accidente, ya que estaba siguiendo las normas de tráfico y tenía el derecho de paso. En este caso, la infracción cometida por el peatón es un factor relevante para determinar la imputación objetiva, ya que el conductor no tenía forma razonable de anticipar o evitar la colisión.

Ámbito de aplicación

En España, el principio de imputación objetiva se aplica en el ámbito del derecho penal para determinar la responsabilidad en diversos tipos de delitos. Aunque la aplicación exacta puede variar, en general se aplica a los siguientes delitos:

  • Delitos de resultado. Son aquellos en los que es necesario que se produzca un resultado concreto para que se considere cometido el delito. Por ejemplo, el homicidio o el robo con violencia.
  • Delitos de peligro. En estos basta con la generación de un riesgo para la seguridad jurídica protegida por la norma penal, independientemente de que se produzca o no un daño. Por ejemplo, conducir por encima del límite de velocidad.
  • Delitos de acción. Aquí se castiga la realización de una acción prohibida por la ley penal, como el hurto o la agresión.
  • Delitos de omisión. En este caso, se castiga la falta de realización de una conducta debida. Por ejemplo, la omisión de socorro.
  • Delitos culposos. Aquellos en los que el daño no ha sido buscado intencionalmente, sino que se produce por imprudencia, negligencia o falta de cuidado. Por ejemplo, el homicidio imprudente.
  • Delitos dolosos. Cuando el autor actúa con intención o voluntad de cometer el delito, es decir, con dolo. Por ejemplo, el homicidio doloso.
  • Delitos consumados. En estos se ha realizado íntegramente la acción típica y se ha producido el resultado previsto por la ley penal.
  • Delitos tentados. Son aquellos en los que el autor ha realizado actos encaminados a la comisión del delito, pero no ha logrado consumarlo.

Estructura de la imputación objetiva

La imputación objetiva se estructura sobre dos elementos fundamentales: 

  1. Creación de un riesgo jurídicamente relevante. Se evalúa si el comportamiento del autor del delito ha generado un riesgo que sea jurídicamente inaceptable.
  2. Realización del riesgo desaprobado. Se examina si el daño producido es una consecuencia típica y previsible del riesgo creado por el autor.

En la imputación objetiva, no basta con la realización de la acción o conducta prohibida por la ley penal. Es necesario establecer una relación de causalidad entre la acción del autor y el daño provocado. Así mismo, determinar si el autor ha creado un riesgo jurídicamente relevante que se materializa en el resultado.

Aspectos que deben contemplarse en la imputación objetiva

En la imputación objetiva, se deben evaluar varios aspectos para determinar si la conducta del sujeto es objetivamente atribuible como causa del resultado. Estos aspectos incluyen, entre otros, los siguientes:

  • El fin de protección de la norma lesionada. Se refiere al objetivo que persigue la norma penal. Cada tipo penal tiene un bien jurídico protegido específico que se busca preservar, como la vida, la propiedad, la libertad, etc.
  • Riesgo general de vida y alcance del riesgo permitido. El riesgo general de vida es el riesgo normal o usual al que las personas se exponen en su día a día, sin que ello implique una conducta delictiva, como conducir un automóvil. El alcance del riesgo permitido se refiere al límite hasta el cual se puede atribuir penalmente un resultado dañoso a una determinada conducta.
  • Libre y responsable autolesión y puesta en peligro, libre y voluntaria de la víctima. Se refiere a una situación en la cual una persona decide, de manera consciente y voluntaria, ponerse en peligro o infligir daño a sí misma. En el ámbito penal, este concepto tiene relevancia para la imputación objetiva de un delito.
  • Autor responsable intervención de un tercero. Hace referencia a una situación en la cual un tercero interviene de forma consciente y voluntaria en un evento o situación, asumiendo la responsabilidad por las consecuencias de su propia intervención.
  • Disminución del riesgo. Es un criterio utilizado para evaluar si el comportamiento de una persona ha disminuido significativamente el riesgo de producción del resultado típico del delito. Si una persona toma medidas adecuadas y efectivas para reducir el riesgo de un resultado delictivo, es posible que se le exima de responsabilidad penal o se le impute una menor culpabilidad.
  • Relación de violación al deber. Se refiere a la infracción o incumplimiento de un deber jurídico por parte del sujeto que realiza una determinada conducta. Se evalúa para determinar si la conducta del sujeto es considerada jurídicamente relevante y puede ser atribuida a dicho sujeto como causa del resultado.

Conclusión

En síntesis, el principio de imputación objetiva establece que una persona solo puede ser considerada responsable penalmente si su conducta objetivamente causa el resultado delictivo.

Así mismo, si ese resultado es imputable de manera objetiva a su acción u omisión, teniendo en cuenta diversos factores y criterios establecidos por la jurisprudencia.

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