Después de la decisión oficial de la Justicia, tanto en lo civil como en lo penal, se establece una sentencia. Esta sentencia resuelve la demanda en cuestión y determina los derechos y las obligaciones de cada parte involucrada.

La ejecución de sentencia es una función jurisdiccional que corresponde a los Tribunales y Juzgados determinados para cada caso.
En la Justicia Penal se impone una sentencia y se establece una pena para los culpables. Esa pena puede ordenar el pago de una multa al acusado, puede ser puesto en libertad bajo palabra o también la sentencia puede incluir enviarlo a la cárcel.
En la Justicia Civil, la ejecución se aplica cuando no se cumple la obligación impuesta de manera voluntaria. Por ello se debe presentar una demanda, aparte de otros documentos, para buscar un alivio u obtener un arreglo por parte del tribunal.
En una sentencia civil se da la ejecución cuando no se paga una sentencia relativa al dinero o en una orden de sostenimiento. La mayoría de las personas cumplen las sentencias civiles que dicta un tribunal, pero algunas ignoran esa sentencia y no la pagan. En esos casos se requiere que se ejecute la sentencia.
La ejecución de sentencia es entonces, una solicitud a la Justicia de que forzosamente se cumpla la resolución, mediante una demanda.
Ejecución ordinaria
En la última fase del procedimiento judicial se encuentra la ejecución de la sentencia. Se trata de un trámite que se realiza en los casos en que haya una sentencia firme ya a su favor, y quien haya perdido no ha cumplido de manera voluntaria con la condena que se le impuso, pero también puede ser presentada cuando las resoluciones aún no son firmes, cuando se piden de manera provisional.
¿Qué es la sentencia firme?
Se define como sentencia firme a aquella resolución en la que no cabe presentar ningún recurso.
Para que se considere sentencia firme se deben cumplir dos requisitos:
- Que no haya más recursos que presentar, o que la resolución ya se haya declarado como inapelable expresamente.
- Que se hayan cumplido los tiempos para presentar la interposición de recursos y que queden prescritos sin haberse presentado.
Sentencias que pueden ejecutarse
Son ejecutables las sentencias que tengan alguna condena. Se dan estas ejecuciones en la restitución de cantidades dinerarias, o aquellas obligaciones de hacer o no algo.
Sin embargo, no es necesario ejecutar esas sentencias declarativas o constitutivas. En esos casos se considera suficiente con un certificado del juzgado para poder hacer las inscripciones y trámites que se necesiten.
Solicitud de la ejecución
La ejecución de la sentencia debe solicitarse al Tribunal donde se realizó el procedimiento judicial. El condenado tiene 20 días desde que se notifica la sentencia para su cumplimiento de manera voluntaria.
Una vez que este plazo se cumple, quien es beneficiado de la sentencia puede reclamar su cumplimiento forzoso.
Este derecho tiene un plazo de 5 años para poder ejercerse, no es un plazo ilimitado, por lo que debe conocerse esa limitación. Una vez pasado el plazo ese derecho caduca.
Ejecución provisional
Teniendo presente lo expuesto anteriormente, se puede solicitar la ejecución provisional de sentencias que todavía no tienen una sentencia firme. Se podría pedir que se ejecute mientras el recurso se tramita.
Este procedimiento de ejecución provisional es igual a la ejecución ordinaria en sus efectos, pero existen algunas diferencias que se exponen a continuación.
A diferencia de la ejecución ordinaria, los casos en que se puede solicitar ejecución provisional son:
- Sentencias de paternidad, filiación de hijos, nulidades matrimoniales, separaciones y estado civil. Son todas aquellas en las que el objeto de la demanda se constituya en una persona.
- Sentencias que obliguen a dar una declaración de voluntad.
- Sentencias donde se declare la caducidad o nulidad en el ejercicio de la propiedad industrial.
- Sentencias del extranjero que no sean firmes aún.
- Sentencias vulneradoras del derecho al honor, a la intimidad tanto familiar como individual, con carácter de indemnizatorias.
Puede suceder que se esté presentando la ejecución provisional y un recurso de forma paralela. Con esta situación habría dos sentencias opuestas.
En el recurso tramitado puede resolverse la corrección de la sentencia en la que se perdiera el derecho de ejecución. Para poder resolver esta situación, la Justicia obliga a quien presente la ejecución de la sentencia a devolver la ejecución provisional más una indemnización por daños y perjuicios en el caso de que la sentencia fuera en su contra.
El conocimiento sobre las ejecuciones de sentencia es importante para poder conocer en qué situaciones se puede y se debe presentar.
Siempre hay que recordar que un mal asesoramiento o una presentación de manera incorrecta puede resultar en contra de quien la solicita.