Ley de Usura

La ley de usura, también conocida como ley de Azcárate, es una norma de 1908 que sigue vigente en nuestro ordenamiento y permite impugnar créditos usurarios o abusivos.

Ley de Usura y Tarjetas Revolving

La ley de la usura se ha convertido en un instrumento muy útil para anular préstamos personales y operaciones del tipo revolving.

Abogados especialistas en reclamaciones por usura

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La crisis y determinadas prácticas bancarias (como las tarjetas revolving o los intereses abusivos) han puesto esta ley sobre la mesa de nuevo. Y es que numerosos tribunales están determinando la nulidad de préstamos personales y cláusulas de intereses en base a la ley de Azcárate.

La crisis económica ha destapado una serie de malas prácticas bancarias que solo se han conocido cuando la gente no ha podido seguir pagando sus préstamos.

Ha sido entonces cuando los jueces han podido analizar las situaciones de los afectados y las condiciones que se incluían en estos contratos, resultando muy llamativo como en la mayor parte de los casos, clientes que habían pedido pequeñas cantidades a préstamo llevaban más de una década pagando las cuotas y nunca terminaban de amortizar el préstamo.

Cuando dejaron de pagar y la financiera les dijo que aún después de tantos años de pago puntual debían prácticamente lo mismo que el primer día, recobró fuerza el control de la usura.

Iván Metola, socio fundador de Indemniza.me y abogado especialista en reclamación de préstamos usurarios

Qué regula la ley de usura o de Azcárate

La ley de usura o de Azcárate determina la nulidad de los contratos de préstamos cuando puedan considerarse usurarios. Y se consideran como tales:

  • Los préstamos que apliquen un "interés notablemente superior al normal del dinero". Además, debe tenerse en cuenta la situación en que se prestó el dinero. Esto viene a operar como una cláusula ética, que protege al prestatario inexperto o en situación de necesidad.
  • Y los préstamos en que se simule haber entregado más dinero del realmente prestado. De este modo se evita que el prestamista disfrace como capital los intereses que quiere cobrar.

El artículo 3 de la ley de usura determina que el prestatario solo tendrá que devolver el capital, sin intereses, cuando se anule un préstamo usurario. Por tanto:

  • En los casos en que ya haya abonado una cifra superior a la recibida podrá reclamar la devolución del excedente al prestamista. Así, el préstamo quedará amortizado y quien lo recibió recuperará su dinero.
  • Pero si la cantidad que pagó el prestatario fuera inferior al capital prestado solo tendrá que pagar lo que quede, sin aplicar intereses.

Otros elementos recogidos en la ley de Azcárate

La ley de usura también regula otros elementos, como el préstamo a menores o a incapacitados. Sin embargo, el elemento que más interesa destacar es que resulta aplicable a todo préstamo sin importar su forma o garantía.

Esto ha permitido aplicar la ley de usura, por ejemplo, a tarjetas de crédito y contratos revolving, que en el fondo operan como préstamos.

En qué momento los intereses determinan la nulidad del préstamo personal

Como hemos señalado, esta norma entra en juego cuando el interés excede "notablemente" al interés normal del dinero. Por tanto es fundamental acudir a la jurisprudencia para determinar qué intereses son usurarios.

Antes de entrar al detalle debemos recordar que la ley de 1908 no busca la protección del consumidor. Con ello queremos decir que lo que protege es el tráfico económico general. Por tanto, también puede aplicarse para anular préstamos usurarios entre empresas.

El carácter usurario del préstamo lo determina su precio global

En primer lugar, nuestro Tribunal Supremo explica que para determinar el interés máximo legal permitido en España hay que considerar no el TIN sino la TAE aplicable al préstamo. Y ello porque este indicador incluye el precio de comisiones, que no dejan de ser parte del precio de la operación.

En definitiva, es el precio del préstamo lo que va a determinar si es usurario, y no la aplicación de cláusulas aisladas.

El préstamo será usurario cuando supere notablemente el interés medio aplicado a operaciones similares

En segundo lugar debemos atender al interés medio de los préstamos en cada tipo de operación.

Por ejemplo, para saber si un interés en un crédito al consumo es usurario habrá que consultar los datos publicados por el Banco de España sobre el interés medio de los créditos al consumo. Si los intereses analizados duplican al interés medio estaremos ante un crédito usurario.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque la jurisprudencia considere usurario duplicar el interés medio, esto no supone que todos los tipos inferiores sean legales. Recuerda que el artículo 3 de la ley de usura incluye una cláusula "ética".

Así, nos obliga a atender a las circunstancias del caso, lo que permitiría calificar como usurarias unas condiciones menos agresivas, pero impuestas por el prestamista aprovechándose de la situación de necesidad del prestatario o su inexperiencia.

No debe olvidarse que estos contratos también están sometidos al control de transparencia de sus cláusulas.

Al igual que en otros supuestos, como el de las cláusulas suelo o las hipotecas multidivisa, la entidad financiera debe demostrar que con carácter previo a la contratación de estos préstamos informó de manera sencilla, clara y concreta del funcionamiento del préstamo, es decir, no solo sobre el tipo de interés que iba a pagar sino sobre el propio desarrollo del contrato ofreciendo simulaciones, e indicando claramente que con las condiciones ofrecidas, el cliente podría estar pagando durante años el préstamo y aún no haber amortizado prácticamente ninguna parte del capital.

Asimismo, el precio del contrato debería tener una posición destacada dentro del contrato, no incluido, como es común, en un embutido pliego de condiciones en el reverso del contrato a un tamaño de letra tan minúscula que casi resulta ilegible.

Iván Metola, socio fundador de Indemniza.me y abogado especialista en reclamación de préstamos usurarios

La caducidad o prescripción de la usura

La usura atenta contra las bases del tráfico económico. Por eso la nulidad de este tipo de préstamos es radical, lo que impide que la acción para impugnarlos caduque o prescriba. Es decir, en principio podría anularse incluso un préstamo ya amortizado, recuperándose el dinero perdido en comisiones e intereses.

Sin embargo no se permite la apreciación de oficio del carácter usurario del crédito. De modo que, para recuperar su dinero, la persona afectada tendrá que actuar personalmente, invocando la ley de usura. Para ello bastará con que acredite que concurren los requisitos del artículo 3 de la ley de usura.

Cabe señalar que existen sentencias que obligan al prestamista a demostrar que las circunstancias del caso justificaban la aplicación de las condiciones disputadas. Lo cual facilita el ejercicio probatorio por parte del prestatario, que solo debe demostrar que pagó un precio por su préstamo superior al que se paga en circunstancias similares.

En resumen, la ley de usura deja en manos del tribunal un amplio margen discrecional. Sin embargo se ha convertido en un instrumento muy útil para anular préstamos personales y operaciones del tipo revolving.

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