Se habla de imprudencia punible cuando una persona asume una conducta, que puede ser de hacer o no hacer, en relación a un deber de cuidado, y esta conducta tiene unas consecuencias dañosas previstas por la ley.
Se trata de un error o falta que pudo haber sido evitado, que se cometió por falta de previsión, causando un daño que está protegido por la ley.

La imprudencia punible es un delito que provoca un daño por falta de previsión o por un incumplimiento y se encuentra penado por la ley.
Y se debe hacer la salvedad de que no toda imprudencia es punible. Así lo establece el artículo 12 del Código Penal español. Así que las conductas que pueden llevar a una imprudencia punible tienen que ver con daños tales como homicidio, aborto o lesiones, entre otros, que están penados por la ley.
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Consultar abogado¿Qué es la imprudencia punible?
Se considera punible una acción que se haya realizado teniendo conciencia del peligro que pueda acarrear el resultado, o una acción que se haya efectuado descuidadamente. Este último tipo de acción es el que se denomina imprudencia punible.
La imprudencia punible se caracteriza como una forma de culpa no dolosa, ya que deriva de una acción que se hizo sin intención.
El Derecho siempre exige que actuemos como ciudadanos diligentes y que empleemos nuestros cinco sentidos en no infringir ninguna norma.
Ahora, cuando no cumplimos con la norma de una manera flagrante debido a no actuar con dicha diligencia, podemos vernos envueltos en un hecho imprudente que sea castigado con pena de multa o incluso prisión. No hay que confundir este concepto con el dolo, ya que la imprudencia radica, precisamente, en la falta de intencionalidad de cometer el hecho.
Arturo González, abogado especialista en derecho penal en Dexia Abogados
Esta caracterización de la imprudencia punible es un cambio importante que se dio en el nuevo Código Penal. Anteriormente, el Código Penal establecía que todo delito podía procesarse y penalizarse como culposo. Después de este cambio los delitos producto de una imprudencia solo se penaliza si el daño que producen está protegido por la ley.
El deber de actuar como ciudadanos diligentes
Los principios legales y éticos parte de la base de que se espera que los ciudadanos actúen siempre de manera diligente y enfocados en no infringir las normas.
Pero puede ser que esto no sea así, y que, sin intención, por descuido o imprudencia una persona caiga en la comisión de un delito punible, que pudo haber sido evitado si hubiese actuado diligentemente.
Requisitos para que un hecho se considere imprudencia punible
Para que un hecho pueda llegar a considerarse imprudencia punible y, por tanto, pueda ser penado debe cumplir una serie de requisitos entre los que se encuentran:
- Debe tratarse de una acción u omisión no intencionada.
- Esa acción u omisión debe infringir un deber de cuidado, es decir que se trata de una situación que pudo haberse previsto y evitado.
- Ese hecho debe producir efectivamente un daño a un tercero o a un bien que esté protegido por la ley.
- Debe haber una relación causal entre el daño y la acción u omisión.
Si se observan esos requisitos se estará frente a una imprudencia punible, que deberá ser penada. Las penas para estos delitos son más leves que las de los delitos dolosos, que son aquellos que se cometen a sabiendas de que se están cometiendo.
Tipos de imprudencia punible
Las acciones que se consideran imprudencia punible se clasifican en:
- Imprudencia grave, ocurre cuando se infringe la norma de cuidado más elemental que el ciudadano tiene a cargo.
- Imprudencia menos grave, son aquellas que aún sin guardar las normas de cuidado más elementales, dan como resultado un daño que se considera menos grave que los anteriores, es decir los graves.
Estos dos tipos mencionados son los que son penados. Y existe también la imprudencia leve, que a partir de la reforma del Código Penal de 2015 quedó libre de pena. Estas acciones u omisiones, aún derivándose de no guardar las normas de cuidado más elementales, producen un daño tan insignificante que no necesita ser penalizado.
Las imprudencias leves pueden sí acarrear responsabilidad civil de acuerdo al resultado de la acción u omisión cometida.
Criterios para diferenciar una imprudencia grave de una menos grave
A veces es difícil establecer el límite que permita determinar cuándo se está ante una imprudencia grave o una menos grave.
Algunos de los criterios que se utilizan para diferenciar entre una y otra son:
- El grado de diligencia que se haya observado en la acción u omisión que desencadenaron el riesgo.
- La mayor o menor previsibilidad del resultado.
- La mayor o menor gravedad de la infracción del deber de cuidado.
Delitos por imprudencia cometidos con automóviles
Cuando ocurre un delito por imprudencia al estar conduciendo un vehículo automotor, se considerará siempre imprudencia grave si se conduce por encima de los límites de velocidad establecidos o en estado de embriaguez.
Se entiende como imprudencias menos graves cometidas con automóviles las que deriven de acciones tales como no respetar señales de tránsito o semáforos, o la distancia exigida entre vehículos, entre otras.
Delitos punibles si se cometen por imprudencia
Entre los delitos que pueden ser ocasionados por imprudencia y que son punibles sin discusión alguna, y así lo prevé el Código Penal que los cataloga como imprudencia grave, se encuentran los siguientes:
- Homicidio por imprudencia grave, tipificado en el artículo 142 del Código Penal.
- Aborto por imprudencia grave (artículo 146 del Código Penal).
- Lesiones por imprudencia grave (artículo 152 del Código Penal).
- Manipulación genética o alteración del genotipo por imprudencia grave (artículo 159 del Código Penal).
- Lesiones del feto por imprudencia grave (artículo 158 del Código Penal).
- Sustitución de un niño por otro en centros sanitarios por imprudencia grave (artículo 220.5 del Código Penal).
- Delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente por imprudencia grave (artículo 331 del Código Penal).
- Incendios por imprudencia grave (artículo 358 del Código Penal).
- Delitos relativos a la energía nuclear por imprudencia grave (artículo 344 del Código Penal).
- Blanqueo de capitales por imprudencia grave (artículo 301.3 del Código Penal).
- Delito de daños, que puede ser cometido contra bienes muebles o inmuebles.
- Delitos contra la salud de los consumidores por imprudencia grave (artículo 367 del Código Penal).
- Delitos contra los trabajadores, que pongan en peligro sus vidas, salud o integridad física por imprudencia grave (artículo 317 del código penal).
- Estragos por imprudencia grave, que pueden ocurrir sobre bienes y personas y se consideran delitos contra la propiedad (artículo 347 del Código Penal).
- Daños por imprudencia grave en bienes de valor histórico, artístico, cultural, científico o monumental que estén valorados por encima de 300 euros (artículo 324 del Código Penal).
Las imprudencias que se consideran leves no están penalizadas, pero sí pueden estar sujetas a responsabilidad civil de acuerdo al daño que causen.
Las imprudencias punibles que ocurran en el ejercicio profesional, aunque se trate del mismo delito de imprudencia punible, recibirán una penalización mayor.
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