Enajenación mental

La enajenación mental es un concepto que se refiere a la condición psicológica en la que una persona pierde la capacidad de entender que comete un ilícito o de controlar sus acciones.

El Código Penal regula la enajenación mental, a la que menciona como «alteración psíquica». Asimismo, la Ley de Enjuiciamiento Criminal define el camino que debe seguir el juez para establecer la enajenación mental de un acusado en un procedimiento penal.

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La enajenación mental en el proceso penal

Ni el Código Penal ni la Ley de Enjuiciamiento Criminal enumeran enfermedades que se consideran dentro de la alteración psíquica que provoca enajenación mental. Para la evaluación de la persona, no se considera la enfermedad en sí sino los efectos. Por lo tanto, el Juez valorará los síntomas de enajenación mental, independientemente de la enfermedad que los produzca.

La responsabilidad y la imputabilidad de la persona que comete un delito son dos de los aspectos más relevantes de la enajenación mental. Son conceptos estrechamente vinculados. La imputabilidad se fundamenta en la responsabilidad. La capacidad de una persona de actuar voluntaria y conscientemente determina la responsabilidad, y de ella depende que sea o no imputable por el delito cometido.

Grados de imputabilidad

Se reconocen tres grados de esta relación responsabilidad-imputabilidad:

  • Imputable. El sujeto se considera culpable. La persona comete un delito con plena capacidad mental para ser responsable de sus acciones ante la ley. El sujeto comprende que el hecho que cometió es ilícito y actuó de acuerdo a esta comprensión. Por lo tanto, la persona podrá ser condenada penalmente.
  • Semi imputable. La persona se considera semi imputable penalmente cuando, aunque tiene capacidad para comprender la licitud de sus acciones, su capacidad de actuación está disminuida por una enfermedad mental o una discapacidad psíquica. Esa enfermedad hace que, si bien comprende, no actúe de acuerdo con esa comprensión. El artículo 66.1 del Código Penal establece que cuando esto ocurre, se aplicará una reducción de la pena en uno o dos grados, dependiendo de la gravedad de la disminución de actuación del sujeto. La semi imputabilidad no exime completamente al sujeto de la responsabilidad penal, su responsabilidad se considera atenuada.
  • Inimputable. Una persona es considerada inimputable cuando en el momento de cometer el delito padecía de enajenación mental. A causa de esta situación no tenía capacidad para comprender que sus acciones eran ilegales ni para actuar conforme a esa comprensión.

¿Quién determina la enajenación mental?

Como hemos visto, la consideración de una persona como enajenado mental no responde a listas de enfermedades o trastornos mentales. Es decir, que no es en función de que el sujeto padezca una u otra enfermedad que se considerará inimputable. Son los efectos psicológicos los indicadores que determinan esta condición.

Hay psicosis y trastornos de la mente que no provocan problemas en la comprensión ni en la capacidad de actuar de acuerdo a esa comprensión. Por lo tanto, las personas que padezcan esas perturbaciones, no serán consideradas inimputables. El diagnóstico clínico de una enfermedad mental no es suficiente para declarar la inimputabilidad. La clave está en la enajenación mental.

¿Quién determina la enajenación mental? Los artículos 381 y 382 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establecen las actuaciones que debe seguir el juez en caso de que existan indicios o información de enajenación mental del acusado.

Ante la sospecha de enajenación mental, el juez debe pasar el caso al Médico Forense para la evaluación psicológica. Mediante un peritaje psicológico o psiquiátrico se establecerá si el sujeto pudo haber obrado como un enajenado mental.

El perito psicológico debe seguir un proceso riguroso y profesional. El perito se ocupa de:

  1. En primer lugar, realizará una evaluación psicológica exhaustiva del sujeto mediante pruebas, observación de la conducta, entrevistas, revisión de registros médicos, entre otras fuentes de información.
  2. Analizará los resultados de la evaluación para determinar si hay evidencia de enajenación mental. Identificará posibles enfermedades psicológicas y observará los indicios de enajenación mental en su comportamiento. Los puntos de base para la determinación de la enajenación mental son la comprensión de que realizaba un acto ilícito y la voluntad de ejecutarlo.
  3. El perito psicológico redactará un informe pericial en el que detalla los resultados de su peritaje. Si hay indicios de enajenación mental, explicará sus conclusiones y los argumentos en los que se sostienen. El informe será presentado al tribunal. También puede ser llamado a presentar testimonio en el juicio. Será el juez de la causa quien declare la imputabilidad o no del sujeto en función de la responsabilidad en la comisión del delito.

¿Atiende la Ley 8/2021 a las personas con discapacidad mental que provoca enajenación?

La Ley 8/2021, de 2 de junio, modificó la normativa referida a la discapacidad funcional. En términos generales, esta norma busca proteger y garantizar los derechos de las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica.

La ley eliminó la posibilidad de incapacitar e introdujo un nuevo enfoque que considera a todas las personas con discapacidad como titulares del derecho a la toma de sus propias decisiones. En el caso de la enajenación mental, una situación en la que la discapacidad impide la comprensión y la manifestación de la voluntad de la persona, la ley dispone la adopción de medidas de apoyo.

Sin embargo, en opinión de algunos juristas, la ley deja un vacío en lo que respecta a la salud mental. Existen enfermedades mentales que no tienen síntomas permanentes y que solo se manifiestan en situaciones extremas. Es el caso de una persona que por enajenación mental provoca un delito sin haber manifestado antes síntomas graves que hicieran necesarias medidas de apoyo. Son cuestiones de la ley que se van manifestando a partir de su aplicación en casos concretos.

Conclusión

Es fundamental acudir a un abogado especialista en derecho penal para defender los derechos de una persona que cometió un delito en situación de enajenación mental. El profesional representará al acusado con conocimiento de la normativa específica vigente. Gestionará las complejidades relacionadas con la enajenación mental del acusado, con la determinación de la capacidad mental y con la aplicación de la ley en estos casos, para garantizar un juicio justo.

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