Robo

El robo es una figura jurídica que implica el arrebato violento de cosas ajenas. Los bienes que pertenecen a un tercero serán tomados por una persona o entidad, para ello usará la intimidación o la violencia física. En ambos casos, se actúa contra la voluntad y los derechos de la víctima.

Robo

El robo es un delito consistente en apoderarse de los bienes o derechos ajenos mediante el empleo de la fuerza o la intimidación.

¿Cómo define la ley ecuatoriana el robo?

El robo está tipificado jurídicamente como un delito. Esto quiere decir, que involucra sanción penal. Sobre todo, porque se ejerce contra el patrimonio de otras personas. Además, la herramienta principal que se usa para lograrlo es la violencia, tanto física como psicológica. Esto es, lesiones, intimidación o amenazas.

El delito de robo se encuentra recogido en el artículo 189 del Código Orgánico Integral Penal de Ecuador:

La persona que mediante amenazas o violencias sustraiga o se apodere de cosa mueble ajena, sea que la violencia tenga lugar antes del acto para facilitarlo, en el momento de cometerlo o después de cometido para procurar impunidad, será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años.

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Artículo 189 del Código Integral Penal

Es clara esta norma en lo referente al momento de ejecución del robo. Principalmente, en lo que respecta al ejercicio de la violencia, su énfasis es muy marcado. Pues, es importante determinar la existencia de violencia para tipificar el delito. De este modo, se recibirá la sanción que le corresponde al ilícito, considerando además las circunstancias agravantes respectivas.

Diferencia entre robo y hurto

Usualmente, se tiende a confundir en el lenguaje no jurídico los términos robo y hurto. Sin embargo, ambos delitos en el contexto legal tienen ciertas diferencias. Si bien pertenecen al conjunto de ilícitos contra el derecho de propiedad, y en los dos existe la intención lucrativa de apoderarse de un bien mueble ajeno, hay que destacar sus distinciones.

La diferencia principal radica en que el robo se ejecuta con violencia, ya sea que se manifieste con un lenguaje o gestualidad intimidante o con la fuerza física directa. Mientras que el hurto es un delito donde la violencia no se ejerce aun cuando haya apropiación ilícita de cosas u objetos.

Un elemento relevante que debe destacarse en el robo es el modus operandi. Se trata del modo en como se lleva a cabo el delito, y por las características mencionadas del robo, este puede causar daños. No solo sobre la víctima a quien se le roba, sino sobre la propiedad donde se ejecuta.

En muchos casos, el robo puede llegar a inducir un homicidio. Sucede habitualmente cuando la víctima se resiste al delito. Por tales razones, el robo presenta diferencias sustanciales frente al hurto.

Sanciones para el robo según la ley en Ecuador

El robo será sancionado de acuerdo a ciertas circunstancias puntuales. Todo dependerá de la violencia ejercida y los daños que de ella se deriven. Entre los tipos de robos y sus respectivas sanciones están los siguientes:

  1. Si la violencia se ejerce solo sobre cosas u objetos robados, la pena será privativa de libertad. Comprenderá entre 3 y 5 años de prisión.
  2. Si el perpetrador utiliza sustancias que vulneren las capacidades psicomotoras de la víctima, la pena será entre 5 y 7 años de cárcel. Esto puede variar dependiendo de las lesiones provocadas a la víctima por tales sustancias. Es decir, la pena podría aumentar entre 7 y 10 años.
  3. Si el robo se ejecuta sobre bienes públicos del Estado la sentencia será la pena máxima. Esta puede aumentar dependiendo de las infracciones que se generen durante la materialización del delito.
  4. Si el delito deja como consecuencia la muerte de una víctima, la pena será de 22 a 26 años de privativa de libertad.
  5. Los servidores de la seguridad pública, policías o militares, que roben equipamiento bélico como municiones, explosivos, armas, uniformes, serán sancionados con prisión entre 5 y 7 años.

Importancia de la distinción entre robo y hurto

Es fundamental que la distinción entre ambos delitos esté clara. De ello dependerá un proceso penal acertado y una sentencia justa. Una correcta atención de los hechos permitirá hacer la correspondencia con las leyes. Esa articulación hará que el margen de error sea mínimo a la hora de dictaminar el delito.

Una imputación debe estar respaldada por la revisión puntual de las diferencias entre los delitos. La configuración apropiada del delito constituye la herramienta principal del juez para definir las responsabilidades sobre los implicados. También, es la herramienta con la que los abogados pueden demostrar su experiencia en el caso abordado.

Imputar un robo con todas las pruebas y evidencias exigidas garantiza una acusación y una defensa pertinentes. En los casos en que la acusación es frágil, el derecho a contradicción es una opción para hacer una nueva articulación del delito.

Un abogado riguroso demuestra su conocimiento de la ley cuando establece distinciones bien fundamentadas. Sabrá, por ejemplo, que el robo es un delito tipificado que se produce empleando la fuerza sobre personas u objetos.