Distribución irregular de jornada

​​​​La distribución irregular de la jornada laboral es un derecho que otorga flexibilidad a los empleadores para superar las 40 horas semanales de trabajo. Se trata de que puedan adaptarse a las fluctuaciones de la actividad empresarial y adelantar una gestión más eficiente de los recursos humanos.

Esta materia se regula en el Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 34. El beneficio puede obtenerse a través de diferentes vías, como convenios colectivos, acuerdos entre el empresario y el trabajador, o incluso unilateralmente por parte del empleador.

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¿Qué es la distribución irregular de la jornada de trabajo?

La distribución irregular de la jornada laboral hace referencia a la práctica de modificar la jornada de trabajo habitual, aumentando o disminuyendo las horas laborales durante un periodo de tiempo específico.

El Estatuto de los Trabajadores solo permite distribuir de manera irregular el 10% de la jornada en un año. Por ejemplo, si un trabajador tiene una jornada laboral de 40 horas semanales, esto equivaldría a aproximadamente 1.800 horas al año, de las cuales solo se podrían distribuir de forma irregular 180 horas.

2. Mediante convenio colectivo o, en su defecto, por acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores, se podrá establecer la distribución irregular de la jornada a lo largo del año. En defecto de pacto, la empresa podrá distribuir de manera irregular a lo largo del año el diez por ciento de la jornada de trabajo.

(...)

Artículo 34.2 del Estatuto de los Trabajadores

Es posible aplicar esta medida tanto en contratos a tiempo parcial como en contratos a jornada completa.

¿Por qué se lleva a cabo?

En ciertos sectores, es habitual que se experimente un flujo de trabajo variable a lo largo del año, con períodos de alta demanda y otros de menor actividad. En respuesta a esta realidad, el Estatuto de los Trabajadores ofrece la posibilidad de llevar a cabo una distribución irregular de la jornada laboral.

Este permiso facilita la adaptación de las operaciones y el personal a las cambiantes condiciones de trabajo. Los empleadores tienen la flexibilidad de organizar semanas de trabajo con más de 40 horas laborables, alternándose con semanas de menor carga laboral.

Esto resulta beneficioso en comparación con la opción de recurrir a horas extra, lo que implicaría un aumento en los costes operativos. Por otro lado, evita gastos innecesarios para la empresa.

¿Cómo se establece la distribución irregular de la jornada de trabajo?

Esta práctica puede llevarse a cabo de formas distintas, todas ellas en cumplimiento de la normativa laboral vigente:

  1. Convenio colectivo y acuerdos con los trabajadores. Es común que la distribución irregular de la jornada esté contemplada en el convenio colectivo aplicable. Si no lo está, es posible llegar a acuerdos con los representantes de los trabajadores.
  2. Decisión unilateral del empleador. Si no se consigue un acuerdo, la empresa puede tomar la decisión de manera unilateral, siempre que esté justificada por la necesidad del funcionamiento empresarial.

El proceso de distribución irregular debe respetar los requisitos de ley y las condiciones acordadas.

Requisitos y procedimientos

Cuando una empresa necesita implementar una distribución irregular de la jornada laboral, debe cumplir con una serie de requisitos y procedimientos establecidos en el marco legal. Los principales son los siguientes.

  • Preaviso de al menos 5 días. La empresa está obligada a notificar al trabajador con un preaviso de, como mínimo, 5 días de antelación. Este aviso debe detallar el día y la hora de la nueva jornada laboral.
  • Comunicación. La comunicación de la distribución irregular debe incluir información específica sobre la nueva jornada, incluyendo la duración y el horario que afectará al trabajador.
  • Respeto los descansos. Debe respetar los periodos mínimos de descanso diario y semanal establecidos por la ley. Esto garantiza que los trabajadores mantengan condiciones laborales seguras y saludables.
  • Descanso diario. Entre el final de una jornada y el comienzo de la siguiente, debe haber un mínimo de 12 horas de descanso.
  • Duración máxima diaria. Para trabajadores mayores de 18 años, la jornada diaria no puede exceder las 9 horas. Esta duración se puede superar solo si existe un acuerdo por convenio colectivo o acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores.
  • Registro de horas. Se debe mantener un registro preciso de las horas trabajadas por cada empleado. Tal registro debe entregarse junto con la nómina correspondiente. El incumplimiento de esta norma puede llevar a sanciones por parte de la Inspección de Trabajo.
  • Compensación. La distribución irregular de la jornada implica una compensación en forma de jornadas con menos horas de trabajo. El trabajador debe disfrutar de esta compensación dentro de los 12 meses siguientes, a menos que se haya establecido un periodo diferente.
  • Fines de semana y días festivos. La distribución irregular no debe alterar los fines de semana, días festivos ni los días no laborables según el contrato de trabajo y el calendario laboral de la empresa.

Por otra parte, no pueden verse afectados por la distribución irregular los trabajadores que gocen del beneficio de reducción de jornada por tener a su cargo menores en guarda legal o por cuidado de un familiar, así como aquellos que disfruten de permisos de conciliación de la vida familiar y laboral.

Acciones legales en contra de la distribución irregular de la jornada de trabajo

Si un empleador no cumple con las normas y convenios asociados a la distribución irregular de la jornada de trabajo, el trabajador afectado tiene el derecho de tomar acciones legales, como las siguientes:

  1. Rescisión de contrato y solicitud de indemnización. El trabajador puede rescindir su contrato laboral y solicitar una indemnización equivalente a 20 días de salario por cada año trabajado en la empresa. Esta opción es viable cuando se considera que los cambios realizados por el empleador son inaceptables.
  2. Impugnación ante la Seguridad Social. El trabajador también tiene el derecho de impugnar los cambios ante la Seguridad Social y solicitar la restitución de su jornada laboral habitual. Esta acción busca restaurar las condiciones laborales originales del empleado y proteger sus derechos.

La impugnación puede llevarse a cabo ante la jurisdicción social, de manera individual o colectiva.

Casos de extinción del contrato

Cuando la relación laboral entre el trabajador y el empresario llega a su fin y se ha aplicado una distribución irregular de la jornada, es fundamental determinar si el trabajador ha realizado más o menos horas de las que le corresponden.

La jurisprudencia señala que, en primer lugar, debe consultarse lo que establece el convenio colectivo aplicable a la empresa. Si el convenio no ofrece pautas claras al respecto, suele considerarse que las horas adicionales trabajadas son horas ordinarias. Por lo tanto, deben ser abonadas al trabajador como parte de su finiquito.

Cuando el trabajador tiene un déficit de horas en comparación con las que le corresponden, generalmente no se realizan deducciones en su finiquito.

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