Contrato de adhesión

​​Un contrato de adhesión es un tipo de contrato que se utiliza cuando una de las partes establece las condiciones y no deja margen de negociación a la otra parte. Esta última tiene las opciones de aceptar o rechazar, y a eso se reduce su participación, pues no cabe la posibilidad de modificarlo. Es el típico contrato entre un proveedor de bienes o servicios y el consumidor o usuario.

En este tipo de contrato, las condiciones y los términos son establecidos de antemano por la parte que ofrece el bien o servicio de manera uniforme para múltiples consumidores o usuarios. Por esto se les suele llamar «contratos en masa». Las condiciones son iguales para todos los consumidores o usuarios. 

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Las partes implicadas en un contrato de adhesión

Como ocurre en todo contrato, el de adhesión requiere la participación de al menos dos partes: el oferente o predisponente y el adherente.

  1. El oferente o predisponente es la parte que ofrece el contrato y define las condiciones. Puede ser una persona física o jurídica del ámbito público o privado.
  2. El adherente es la parte que acepta las condiciones del contrato. También puede ser persona física o jurídica.

Si bien no existe negociación, la firma del contrato de adhesión implica un acuerdo entre el oferente y el adherente. Y este acuerdo tiene los efectos legales de cualquier otro tipo de contrato.

Características de los contratos de adhesión

Los contratos de adhesión tienen determinadas características que los hacen fácilmente identificables.

  • Están formados por cláusulas que se insertan en el documento y que están elaboradas de antemano por el oferente. La finalidad de estas cláusulas es ser válidas para muchos contratos, independientemente del adherente específico. Por lo tanto, no se negocian individualmente.
  • Antes de que el oferente y el adherente queden vinculados por el contrato de adhesión, el primero debe facilitar al segundo la información relevante y veraz en forma clara, comprensible y accesible. El adherente debe recibir una copia del documento.
  • La claridad incluye la legibilidad. En ningún caso se entenderá cumplido este requisito si el tamaño de la letra del contrato es inferior a un milímetro y medio. Tampoco será legítimamente aceptado el documento en el que la falta de contraste entre texto y fondo provoque dificultades en la lectura.
  • La legislación establece que las cláusulas abusivas en los contratos de adhesión son nulas y no tienen efecto legal. Por tanto, la buena fe del adherente está protegida.
  • Estos contratos deben contemplar expresamente el procedimiento mediante el cual el consumidor o usuario puede poner fin al contrato.
  • Deben cumplir el principio de justo equilibrio entre los derechos y obligaciones de las partes. Es decir, lo exigido al consumidor será proporcional a los derechos y obligaciones de la empresa.
  • Se regulan por el Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.

¿Cuáles son los contratos de adhesión que más frecuentemente se usan?

No existe un ámbito específico de uso de los contratos de adhesión. Los más comunes en España son los siguientes:

Contratos de servicios de telecomunicaciones

Son los contratos suscritos con empresas proveedoras de servicios de telefonía móvil, telefonía fija, acceso a internet u otros servicios de comunicaciones.

Contratos de seguros

Tanto los contratos de seguros para automóviles, hogar, vida, salud suelen ser contratos de adhesión. La compañía aseguradora es la que establece las condiciones y términos del contrato.

Contratos bancarios

Los usuarios firman contratos de adhesión con las entidades bancarias para acceder a productos financieros, como cuentas bancarias, tarjetas de crédito, préstamos, hipotecas u otros.

Contratos de servicios de energía

Son los contratos de suministro de electricidad y gas, por ejemplo, suscritos con empresas proveedoras de energía.

Contratos de servicios turísticos

Las agencias de viaje suelen utilizar los contratos de adhesión para la contratación de paquetes vacacionales, alojamiento, transporte, cruceros.

Contratos en comercio electrónico

El contrato de adhesión es muy utilizado en transacciones de comercio electrónico o compras en línea. El que compra acepta las condiciones estipuladas por el vendedor.

Esta lista no es excluyente. Pueden encontrarse también en otros contextos, como contratos laborales o contratos entre empresas, donde una de las partes ostenta una posición dominante.

Contratos de adhesión y cláusulas abusivas

En el intenso tráfico mercantil actual, los contratos de adhesión se transforman en formularios-tipo que contienen las condiciones generales unilateralmente impuestas.

¿Cómo funciona la protección al consumidor en estos contratos?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que el artículo 51 de la Constitución española establece la obligación de los poderes públicos de garantizar la defensa de los consumidores y usuarios. Este es el principio legal por el que el estado tiene la obligación de proteger al consumidor en cualquier tipo de contrato, incluido el de adhesión.

Para hacer posible el precepto constitucional, el artículo 82 de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios se refiere a la existencia de cláusulas abusivas. Se entiende que estas cláusulas incluidas en un contrato de adhesión implican un abuso de poder del oferente o predisponente con respecto al adherente.

Se consideran cláusulas abusivas todas las estipulaciones no negociadas ni consentidas expresamente que causen un desequilibrio importante entre los derechos y obligaciones del oferente y del adherente, que deriven en perjuicio del segundo.

¿Qué pasa cuando se identifican cláusulas abusivas en un contrato de adhesión?

La ley establece que estas cláusulas serán nulas de pleno derecho y se tendrán por no puestas. Será el juez quien, después de escuchar a las partes involucradas, declarará la nulidad de esas cláusulas abusivas incluidas en el contrato. El resto del documento seguirá vigente.

En caso de que una de las partes del contrato tenga dudas sobre un contrato de adhesión que está por firmar o que ya ha firmado, es recomendable que busque el asesoramiento de un abogado especializado en derecho del consumidor o en derecho contractual.

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