Al divorciarse, se debe pagar una pensión alimentaria en caso de que se cumplan algunas condiciones que dependen mucho de la situación particular. Este tipo de pensión existe para que se puedan suplir las necesidades tanto de los hijos, como de la madre, y su estilo de vida no se vea muy afectado por el divorcio.
Este tipo de herramientas se deben acordar por las dos partes, aunque también la esposa puede demostrar que el divorcio es culpa del esposo. En este caso, el juez determina si se debe o no dar una pensión alimentaria, según las necesidades de los hijos, lo aportado durante la unión, entre otras cosas.
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