No es posible repartir una herencia sin la participación de todos los herederos legales o testamentarios, a menos que exista una autorización judicial que lo permita. La ley argentina establece que la herencia debe ser distribuida equitativamente entre todos los herederos legales, lo que incluye a los hijos, cónyuges, padres y otros familiares según la situación particular.
Si algunos herederos no están de acuerdo o no participan en la división de la herencia, se puede buscar una solución a través de la vía judicial. Un juez de sucesiones puede intervenir para garantizar una distribución justa de los bienes, incluso en contra de la voluntad de algunos herederos.
Conceptos relacionados